viernes, 11 de octubre de 2013

Pues ya está. FEMEN.

Pues ya está. FEMEN. Después de horas dándole vueltas y sin posicionarme, hoy suscribo las palabras de la Filósofa Frívola: "Siento no promover la unidad entre sisters, pero no voy a tragar con putofobias, islamofobias y demás para que permanezcamos unidas". 

[Aclaro: como se ve a continuación, no estoy hablando de la acción, que puede ser potente. Estoy hablando de ellas. Y síiii, importa la enunciación pero también el lugar desde el cual se enuncia... y tanto que importa]. 

Desde luego, no voy a ser yo la que linche a Femen mediáticamente. De hecho, las voy a defender frente a la autoridad policial, institucional y mediática, pero como una estrategia antirrepresiva, como lo haría con cualquiera, y más si son reprimidas por ser tías y por ocupar un espacio que no les corresponde. Pero tampoco voy a alabar a estas chicas que se pavonean de sus cánones corporales normativos y los usan como reclamo publicitario; que deningran a las trabajadoras sexuales con sus discursos; que hablan por "las otras" desde su hegemónica blanquitud y su etnocentrismo deleznables; que no se coordinan, ni dialogan ni se interseccionan con los movimientos feministas autónomos (ni con ningún otro); que tienen líderes; que se organizan verticalmente y a modo de franquicia; cuyo poder mediático, como dice Yen, "invisibiliza y silencia a las que llevan décadas de lucha, las que hacen asambleas, las que hacen dossieres, las que pegan carteles, preparan encuentros y manis, las que teorizan, las que leen, debaten, todas las anónimas que luchan por el derecho al propio cuerpo y que no se señalan, cuyos nombres no trascienden, sino que se integran en lo colectivo"; que son ésas que les molan a los progres que se ríen de nuestros pelos y nos llaman feminazis. 

Y lo de que el enemigo es otro lo tengo claro, lo dejo CLARITO COMO EL AGUA cada día, cada pinche día en este muro, con todos los enlaces, vídeos, críticas que hago... Pero no voy a dejar de ser crítica con algunas que se hacen llamar feministas (ah, no, que era "femeninas"), que no tengo miedo al conflicto, ni siquiera a las diferencias irreconciliables. 

Que todas somos sujetas oprimidas por el heteropatriarcado, claro, pero mi barco es otro. A vueltas con la sororidad. No quiero que seamos amigas todas a toda cosa. Yo elijo quiénes son mis hermanas. Por ejemplo, las campesinas de Veracruz. Qué Femen ni qué Femen.



6 comentarios:

HelenLaFloresta dijo...

genial. al final algo sensato. qué femen ni qué femen
inspirada en tu post, mis preguntas:
http://helenlafloresta.tumblr.com/post/63813727869/dos-tetas-tiran-mas-que-dos-carretas

Antropóloga à la dérive dijo...

Me alegra leer esto, yo tambien las apoye por lo que hicieron en paris a pesar de no compartir siempre su estrategia. Pero, no entiendo lo que paso con ellas en Espana para que publiques esto...

Eva Witt dijo...

Por fin alguien que ha dicho exactamente lo que yo he pensado todo el tiempo sobre la aparición de esas niñas.

Lubna Horizontal dijo...

plas, plas, plas

@ciktricstrans dijo...

Lo siento, pudiendo estar de acuerdo en algunos matices creo que, al final, tu critica es la misma que les hace el sistema patriarcal.
Las religiones solo son sistemas patriarcales de subyugación de las mujeres llámese islam o catolicismo. Y si atacar a quienes en nombre de una religión denigran hasta limites insospechados a las mujeres es islamofobia entonces nos merecemos el concordato, la conferencia episcopal y los #obispogallardones que nos están intentando masacrar.

Renfield dijo...

Como hombre tengo que confesar que en realidad me gusta ver a las chicas de femen enseñar los pechos y gritando nosequé.
La revista interviú tiene una opinión al respecto (no es una ironía)
http://www.interviu.es/opinion/la-parrilla-de-espana/el-medio-es-el-masaje
Añadiré que el director del periódico contactó con una de las chicas de FEMEN para ofrecerle una portada en la revista (después de su asalto al congreso), además de usar su iconograía (letras en cuerpo desnudo), también en alguna portada.
En fin, creo que la conclusión se extrae facilmente... aunque relamente desconozco el objetivo de sus tácticas de guerrilla comunicativa... pero su eficacia para conseguir atención mediática es indudable... otra cosa es de qué sector mediático estamos hablando...
La verdad es que eso me confunde. Pero claro... quizás su importancia no radique en lo que enseñan... sino más bien en lo que ocultan, porque cuando predomina las estética sobre la ética corremos el riesgo de que nuestra mirada no pueda ir más allá del límite superficial y epidérmico que ofrecen esos cuerpos jóvenes y desnudos.